Lunes 30 de marzo de 2009
Fuente: El Mercurio de Valparaíso
La idea de reconstruir el ascensor Esmeralda, desmantelado desde hace 39 años luego que su estación superior fuera consumida por un incendio, ha acarreado opiniones dispares, tanto entre los vecinos del sector al que serviría, como de los propios concejales del municipio porteño.
El proyecto para reponer uno de estos clásicos medios de transporte público de Valparaíso nació del propio municipio, que lo presentará al Consejo de Monumentos Nacionales, toda vez que los ascensores de Valparaíso gozan de esta calidad.
A pesar de que el nuevo ascensor prestaría servicios a los habitantes del cerro Concepción y eventualmente del cerro Alegre, dirigentes vecinales han expresado sus dudas acerca de su utilidad, puesto que el sector ya cuenta con los ascensores Reina Victoria, Concepción (Turri) y El Peral.
Sin entrar a pronunciarnos por esta posición, que es compartida por el concejal Alberto Neumann, residente en el área, estimamos que el proyecto puede ser un nuevo incentivo turístico para un lugar de la ciudad, inserto en la declaración de Patrimonio de la Humanidad, que es una de las mas visitadas por los centenares de personas que llegan a la urbe, tanto del país como del extranjero. Hoy los tres ascensores forman parte de los circuitos turísticos de ambos cerros, ya que muchos turistas acceden a la parte alta por alguno de ellos.
En todo caso, el proyecto además se constituiría en un aporte urbano para eliminar un lunar que existe en plena calle Esmeralda, que permanece como sitio eriazo desde que un incendio destruyera el antiguo inmueble que albergaba a uno de los establecimientos de librería de Lápiz López.
El tema es complejo y así lo experimentó en su oportunidad la Universidad de Valparaíso, que quiso reponer este ascensor, que llegaría hasta el paseo Atkinson, y conectar con instalaciones con que ya cuentan en las inmediaciones de este tradicional mirador de la ciudad.
Es muy válida la opinión de los vecinos, que consideran a sus cerros ya saturados por establecimientos comerciales, que no obstante ser un aporte para el turismo, les han afectado en su calidad de vida. Por ello, es importante que el municipio, y el Plan BID, debatan con los vecinos, porque una idea bien trabajada, podría lograr el consenso requerido para una decisión, que se transformaría en a un gran aporte urbano para la ciudad.
Ascensor