Sin anestesia, consultas previas o advertencias la municipalidad puso en forma categórica fin a la historia del antiguo ascensor Las Cañas. Vecinos del Cerro Las Cañas lamentan la perdida, dicen que sobre los año siempre se les ha señalado que algún día se iba reponer el ascensor, pero comentaron que hace más o menos un mes atrás llegó personal del municipio y demolió la Estación Superior del Ascensor por completo. La supuesta razón era que el inmueble tenía daños del terremoto del 2010, específicamente un muro que estaba en peligro de desplomarse justificaba que el municipio aplicará en la solución más conveniente y se demoliera el edificio en su totalidad. Procedieron sin consultar al Consejo Monumentos u otros servicios si se podía obtener ayuda para estabilizar el muro y dejar así la posibilidad de recuperar un día el inmueble. De está manera se puso bruscamente fin a la historia del Ascensor Las Cañas para escribir otra historia con el terreno municipal, atractivo por la gran extensión del predio. Lo propiedad municipal posee un alto avalúo fiscal de $227.671.250 pesos.
La historia del antiguo ascensor se inicia el año 1925, la estación inferior en la Calle Luís Cousiño se unía con la estación superior que se ubicada en la Avenida Alemania. Famoso también por el peligro público que representa la escalera paralela al plano inclinado, denominada “La escalera de la muerte” que hasta hoy día honra su nombre. Cabe mencionar que existen solamente unos pocos ascensores, como este, que logran tener la valiosa conectividad entre Plan y Avenida Alemania.
El ascensor sufrió un grave accidente en el año 1980, lo que causó la destrucción de la Estación Inferior y la detención definitiva de la operación. Desde este momento hubo intentos de recuperar el ascensor, fue el propio municipio que impulsó desde los ochentas la recuperación, pero al mismo tiempo se mantenía la propiedad en el abandono y con esto la exposición al desmantelamiento y deterioro. Aún así acumulando los daños de treinta años el inmueble de la Estación Superior era perfectamente recuperable. También albergaba una cantidad importante de piezas originales y de gran valor patrimonial, por ejemplo los tambores, la silla de operador y el sistema de control y manejo fabricado en madera. Estas piezas deberían ser conservadas en un museo o por lo menos guardado en una bodega. Debiese haber un registro de cada uno de estas piezas de cada ascensor en la Oficina de Gestión Patrimonial., las piezas que no pueden ser operativo deben ser guardas, conservadas ya que tienen un gran valor patrimonial. (fotos)
Es inexplicable como sin previa advertencia y coordinación con otros servicios gubernamentales y la comunidad se ha demolido un inmueble de gran valor patrimonial de forma tan brutal en la ciudad Patrimonio de la Humanidad.
Se debe tener en cuenta todos los esfuerzos que se emprendieron para salvar el inmueble. Fue la mismísima Cámara de Diputados que aprobó en el año 2008 un proyecto de acuerdo que solicitaba a la Presidencia de la República que el Consejo de Monumentos Nacionales declare como monumentos históricos a los ascensores La Cruz, Las Cañas y Hospital. Está votación se realizó con 40 votos a favor y solo una abstención. La Cámara de Diputados solicitaba de está forma la protección como Monumento Histórico del Ascensor Las Cañas. Aprovechando la coyuntura de una mitigación resultante de una denuncia que ganó la Junta de Vecinos del Cerro Concepción en el contexto de una demolición no-autorizada en el caso del Hotel del Vino, el Consejo de Monumentos obligó a los arquitectos Seisdedos y Urquiza elaborar las carpetas necesarias para la declaratoria de los tres ascensores. Los arquitectos cumplieron cabalmente con el encargo y confeccionaron el insumo solicitado por el Consejo de Monumentos. De este trabajo se logró que el primer ascensor en obtener la declaratoria como monumento fuera el Ascensor Hospital en el mes de octubre del año 2010. Respecto a los dos ascensores restantes, el Consejo Monumento optó por esperar si hubiese señales claras por parte de las autoridades respecto a la voluntad de recuperar los otros dos ascensores, Las Cañas y La Cruz. Lamentable el lento accionar del Consejo Monumento ya que el municipio decidió finalmente en forma unilateral dar una clara señal a la Cámara de Diputados, al Consejo Monumento y a toda la comunidad mediante la demolición total del antiguo Ascensor Las Cañas.
Cabe mencionar que el inmueble de la Estación Superior, aún en mal estado, era de una enorme belleza y de gran valor patrimonial, un hito del cerro. Este inmueble perfectamente podía ser rehabilitado, también con un uso diferente al de transporte, si no hubo disponibilidad de recursos para reponer el servicio del ascensor.
El municipio deberá responder varias preguntas que surgirán de la comunidad y de las autoridades, como la Cámara de Diputados:
¿Porque no informó previamente sobre la intención de demoler el inmueble, habiendo otras entidades que hicieron esfuerzos para proteger y salvar el inmueble?
¿Donde están las piezas de gran valor patrimonial, específicamente el control de mando, la silla del operador que todavía se encontraban en la Estación Superior?
¿Que hicieron con estas piezas, lo destruyeron en la demolición? o ¿Se han vendido como chatarra de la demolición por kilo? ¿O alguien agregó estas piezas únicas a su colección privada?
Lo único que sabemos con claridad es que la jefa de la Oficina de Gestión Patrimonio, Sra. Paulina Kaplan no cuenta con un registro de estas piezas y que no tiene idea que se demolió el inmueble y que tampoco sabe algo acerca del destino final de las piezas originales que se encontraban en la Estación Superior.
La forma como se destruyó este inmueble demuestra toda la ignorancia de las entidades municipales. El foto-reportaje muestra los tambores originales del ascensor destruidos y botados en los restos de la demolición.
En la protección del silencio y la oscuridad de la noche se nos presentó en otra ocasión la especialidad de la casa, la aplicación de la ley de los brutos ignorantes que simplemente hacen lo que quieren con el patrimonio causando una vez más los hechos consumados.
La Dirección de Obras Municipales (D.O.M) de Valparaíso merece ser rebautizada a la Dirección de Demoliciones y Obras Menores ruinosas de Valparaíso y la Oficina de Gestión Patrimonial puede ser renombrar simplemente a la Oficina, ya de gestión no hay nada y de Patrimonio queda cada vez menos. Y de nuestro alcalde seguramente escucharemos pronto que hay un interesado para el terreno y que pronto podemos pagar la cuenta de la luz con futuro ingreso.
Eso fue el fin de la historia del ascensor Las Cañas de Valparaíso.
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